Por Leonardo Plata.-Me he motivado a escribir sobre este tema, no porque he sido víctima silente de las lenguas venenosas de frustrados y resentidos sociales, que le molesta el desarrollo, el progreso y el talento de los demás, si no más bien, para decir que como barahoneros, me duele que se hable o se acabe con un hijo de este pueblo, sólo porque ha sido mencionado en un bendito caso que se le sigue al senador por San Juan de la Maguana, el Ingeniero Felix Bautista.
Pero eso debe decidirlo las pruebas en un juicio oral público y contradictorio, como lo establece nuestro código civil, en su artículo 1315, que establece: «El que alega un hecho en justicia, debe probarlo», por lo que Bolívar Ventura, no tiene que probar que es inocente.
Y tenía razón ese gran dramaturgo español Jacinto Benavente, cuando plasmó esta frase célebre «Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes».
Me refiero al Ingeniero, Bolívar Ventura, un barahonero, que lo único que ha hecho, ha sido trabajar de sol a sol, para llegar donde hasta ha llegado, a base de trabajo, de sacrificio de muchas vicisitudes, por que no todo ha sido color de rosa quienes conocen la trayectoria de este joven emprendedor, que hoy gracias a su profesión y al trabajo tesonero, ha logrado tener una buena posición económica.
Digo esto, porque en diferentes lugares de este pueblo, he escuchado como se detracta, como se calumnia sin contemplación, sin saber, sin tener la más mínima prueba de lo que dicen, porque el envidioso y el perverso de corazón, lo único que sabe es dañar a la moral, la integridad de los que luchan, de los que trabajan y de los que aportan a esta sociedad.
Pero como es posible, que nosotros mismos, nos convertimos muchas veces en jueces implacables de los demás, solo porque una persona supuestamente esté acusada de algún acto reñido con la ley, claro, es que siempre los barahoneros tenemos esa maldita fama, de calumniadores, chismosos y habladores, que queremos ver a nuestros propios compueblanos mal, en desgracia, para humillarlo y acabarlo.
Hace varios días, estuve en el malecón de esta ciudad, conversando sobre diversos tópicos de la vida nacional, y de repente un individuo, carente de personalidad, en tono de burla, se refirió al Ingeniero Bolívar Ventura, como si este fuera un delincuente, diciendo y destilando veneno por su boca, a lo que me sorprendió de sobre manera, porque esa persona, era uno de los que el Ingeniero Bolívar Ventura, le resolvió un problema, con una alta suma de dinero, pero hoy este mal agradecido se le olvidó aquel momento,
Como es posible que matemos a nuestros propios soldados, a nuestros propios compueblanos, a gente que ha hecho mucho bien sin hacer alarde y sin bulla, no podemos ser verdugo de un barahonero, que hombre decente, sencillo, amigos de los amigos, que el dinero ni la posición económica a logrado cambiar su forma de ser.
Y que quede claro, nunca he recibido ningún beneficio económico del ingeniero Bolívar Ventura, pero lo he tratado desde hace un tiempo, y es un excelente ser humano, eso si lo puedo decir.
