“El hombre Mediocre” de José Ingeniero, dice “Peligro sociales de la mediocridad”: “Al que toma el camino de la costumbre”, los envidiosos le carcomen la reputación con saña malévola”. Esa es una de la situación de la que están haciendo con el precandidato a síndico del PLD, Carlos García, a quien le han sacado de las entrañas injurias, calumnia y hasta describir sus cualidades humanas.
Esas acusaciones provienen de una cuenta de Facebook que preside un seudónimo de nombre “Jorge Esteva”, quien ha sumistrado varias informaciones de que Carlos tiene allegados en el MOPC, – puede ser que sea legitima, pero solo existe en esa institución pública-, si vamos a juzgar ante esas violaciones a la ley, hay que hacerlo con todos, y es muy difícil extirpar ese mal.
Carlos García tiene una trayectoria política desde la fundación del PLD intachable, para que personas incrédulas aprovechen las redes sociales para empañar la seriedad y el trabajo de un hombre serio; él, Carlos, ha sido unos de los arquitecto para que el PLD mantenga su hegemonía en Barahona y el país, producto a su gran liderazgo político que ha venido realizando por más de 30 años en el PLD.
Es lamentable que existan personas que se sientan bien explorando cualidades de Carlos, que hayan medios de comunicación infundado bajo el único interés de dañar, afectar con motivo de satisfacción personal
El ciudadano que atenta contra la moral de García, el ciudadano “Jorge Esterva” debe ser más responsable a la hora de hacer su denuncias, y al tener las pruebas en manos, pues que la haga de manera formal y no con chisme de “`patio”, pero que siga haciendo esas denuncias con las demás instituciones.
… Pero a Carlos tienen que agradecerle, que si hoy son funcionarios de algunas instituciones de los actuales gobiernos del PLD, se debe a su gran esfuerzo de él y otros dirigentes de la bancada morada.
“Las críticas negativas que ha recibido Carlos de de gente que en un momento, fueron sus hermanos”, se dan la tarea de ser los primeros en desacreditarlo.
De eso se hacen eco comunicadores resentidos, pero a otros caso de corrupciones, ahí no. ¡Pobrecito! Cambian de trajes según sus conveniencias