Por Ramón E. Encarnación –DIRECTOR-.
DISPARATEANDO UN POCO.- A diferencia de cómo se trabaja el periodismo de hoy, antes, aunque realmente había más conceptos en cuanto a la información y preparación del periodista, todo ha cambiado revolucionariamente y de manera meteórica.
El periodista de hoy, además de simplemente hacer una cuartilla, también debe saber redactar, corregir y manejar la computación, si de verdad quiere estar a tono con los nuevos tiempos. El periodista que no se adapta a la época digital, puede decirse que “la guagua lo dejó hace mucho”.
Una noticia por caliente o importante que sea, a la media hora de ser publicada, se convierte en fiambre por la rapidez con que se mueven las informaciones en los medios digitales que abundan por montones en la actualidad, además de las redes sociales.
O sea, antes, cuando una sala de redacción cerraba la tirada del periódico a la dos de la mañana, por ejemplo, cuando en la mañana del día siguiente le llegaba la noticia al lector, la consideraba de último minuto, ahora en cambio, en la web, se lee lo que acontece en África, por ejemplo, a los pocos segundos de colgarla en la internet. Ahí el cambio radical y quien no lo entienda, se le queda atrás al tiempo.
En la actualidad, cualquier ciudadano con un poco de criterio informativo y un dispositivo inteligente, se convierte en periodista de la calle y es posible que una noticia suya, llene más las expectativas que cualquier noticia elaborada en cualquier medio, por tradicional que este sea y sin importar el renombre que tenga el periodista que la haya redactado y publicado.
Es por esto que, los grandes medios del mundo, han tenido que acortar sus nóminas de periodistas fijos y hasta han tenido que cerrar sus puertas, en virtud de que el periodismo digital, además de que es más movido y actualizado, resulta más económico para los grandes emporios comunicacionales.