El retorno de Quique Antún a la dirección de los Reformistas comienza a ponerle una espinita en los zapatos a algunos tránsfugas, cuyo objetivo ha sido siempre buscar intereses personales, olvidándose e irrespetando los estatutos del Partido Reformista.
Mientras son funcionarios se les olvida hasta la dirección del local del Partido, pero desde que salen de las funciones, comienzan a buscar Reformistas para volver a hacer campañas, y engañar a los pobres infelices, que por una u otra razón vuelven a abrirles sus puertas. En días pasados, se pudo ver a Quique expresando algunas “ráfagas” a esos dirigentes que han montado una pollera con el gallo rojo; cada uno vendiéndolo por “pipá” a precio de “pollo ahogado”.
Algunos dirigentes Reformistas en este municipio de Barahona se mantienen como caudillos, creyéndose lideres de masa; sin embargo, ni siquiera sus propios hijos simpatizan por ellos. El plan que han mantenido para ser imprescindibles dentro del Partido se les está agotando el tiempo. El PRSC tendrá que definir muy bien su horizonte, con esta nueva organización.
El Partido no puede darse el lujo de seguir poniendo en manos de esos líderes, que lo único que hacen es sentare en la mesa del diálogo para ver quiénes le ofrecen más, y entonces vender a personas que trabajan por el fortalecimiento del Partido. Es por eso que vemos cómo ha mermado la confianza de los Reformistas con el Partido, situación que si sigue en ese norte, es posible que el Partido pase del número cuatro en la boleta, a ser el número 31.
Si el Partido Reformista tiene pensado llegar al poder debe comenzar a sancionar de una manera drástica a los “tránsfugas”; ya que de seguir por la misma situación, el Partido no va a pasar del 1 % que nos dan algunas encuestas, arrojando de esa manera el gran liderazgo que tienen los Reformistas en algunas de la provincia del País.