POR PRAEDE OLIVERO FELIZ
Este domingo 21 de enero, en la mañana Azua dará un ejemplo al país y al mundo al mundo al recibir el impacto del alto poder expansivo, no explosivo, de la marcha verde, como lo hizo aquel 19 de marzo del año 1844, en una batalla que inicio el combate definitivo de nuestra independencia.
Esta fue la bomba que no vieron el DNI, la Policía Nacional, el Procurador y el gobierno cuando el FALPO se propuso levantar un campamento frente a la Procuraduría General de la Republica para esperar los nombres de los corruptos sobornados, en el caso ODEBRECHT llegados de Brasil.
Hoy la bomba no puede ser controlada, porque no existe voluntad política para ello, como se demostró en varios casos, como los de Félix Bautista y Díaz Rua, que no permitieron ni la investigación judicial, mucho menos la instrucción de un proceso y mucho menos un juicio de fondo donde pudieran destruir la presunción de culpabilidad que acompaña a los imputados de corrupción, demostrando su inocencia, como manda la constitución.
Si el gobierno quisiera casarse con la gloria y el presidente cumplir su palabra en la lucha contra la corrupción, llevara a la justicia a Diandino Peña, a los que intentaron vender un barrio, a los que se han robado el CEA, a todos los corruptos de los tucanos, a los síndicos corruptos, etc… pero el pueblo está viendo que lo que hay es encubrimiento, contrario a lo que pasa en Brasil, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y otros países, en lo que todos los sospechosos son investigados y ya muchos están presos.
Tenemos la esperanza de que la marcha verde y el pueblo, con su lucha, cual bomba expansiva, como si fuera de hidrogeno, dejara sin aire a los corruptos, como dejaba Ali a sus adversarios para vencerlos.
Azua es el próximo destino de este combate, se sienten los efectos en sus barrios y en sus campos, todo el sur acude en apoyo, el país asiste como testigo, purificando el aire para salvar el país, luchando contra la corrupción y la impunidad. Esta es nuestra bomba de amor y tiene alto poder expansivo.