POR DR. ARIEL CUEVAS
El reloj marcaba las 9:30 PM del miércoles 17 de diciembre del año 2014, me encontraba realizando mí rutina de ejercicios en el Parque Litoral Costero María Montés, se escuchó una detonación, varios jóvenes salen huyendo buscando resguardarse de algo que allí acontecía, un minuto pasó cuando observé a dos unidades motorizadas de la policía nacional de los denominados Lince y Politur, dirigirse ágil y veloz en dirección al lugar de procedencia del posible disparo.
Varias de las personas visitantes de ese hermoso parque turístico se dirigieron apresurados al mismo sitio, sentí la necesidad de informarme; también hice lo propio. Me abrí paso entre la multitud y ví dos jóvenes detenidos con esposas sujetando sus manos, quienes según testigos ocular, un policía vestido de civil los sorprendió despojando de un celular a un joven visitante del referido parque.
Esa eficiente actuación policial debe ser resaltada, sin embargo, si fuera cada vez más frecuente esta acción en nuestra ciudad, reducirían sustancialmente la comisión de hechos delictivos y crearían en la población el clima de seguridad anhelado por todos, fundamental para desarrollar esta empobrecida región del país.
Corresponde al primer mandatario de la nación crear las condiciones para efectivamente entrenar, supervisar, depurar, dotar de mejores salarios y equipos a la policía nacional, distribuir mejor las riquezas en el pueblo dominicano, solo así lograremos tener la policía que queremos.